12.11.06

Ars poetika

imaginería semidiaspórica, entorno manileño, siglo vigésimo primero

ñañosa la eÑe
enredo poético porteño un tanto agitado

Año de moño. Insomnio.
Pedigüeña recibe leña.
Cariño crecería sin niño.

Guadaña dueña empeña.
Mil petunias para Titania.

— Antimonio en tu otoño.
Huraña sueña Titania
Laponia ya no apaña.
Tasmania no es Ucrania.
Birmania siempre extraña.
— ¡Epifánia! ¿Qué hacés en mi cabaña?

Titania Piraña engaña.
Cariño de armiño olería a vero corpiño.

— Araña Epifánia
Con colonia de Bolonia
Poco tenés de artimaña.

Salteñas o Manileñas, no importa:
Son hijas de la maraña.
Araña Titania regaña:
— Pequeña rapiña.
— Lagaña lampiña,
Empaña Epifánia.

Titanio de antaño añora Alemania.
Peldaño de estaño ya ñoqui acompaña.

— Ergo. Besáme la caña.
Titania Vicuña en plena cuña.
— Piraña Tamaña.
Piraña la araña.
Piraña que daña.
Piraña con saña.

Titania Piraña preña.
Ñácate. ¡Basta de patraña!

Mil petunias se comen la uña.
Ñácate. ¡Basta de maña!

— Es que no queremos entrañas.
Ñácate. ¡Basta de ñañas!

— ¿Ñañas? ¡Ñañosa la eÑe!

Mariano Akerman, 10-mar-05 e.c., 15:58 (hora manileña). Derechos reservados, todos.

PIES DE PÁGINA DIGITAL(ES)
1. Orígenes inspirantes ñañosos
Alrededor de 1980, el grupo de músicos-humoristas argentinos Les Luthiers presenta varias canciones de naturaleza ecléctica. Su trabajo mezcla solemnidad e irreverencia, intelectualidad y tontería, armonía y desproporción. En términos estéticos, el arte que producen es juguetonamente grotesco. El juego de palabras tiene lugar en, por ejemplo, la “Canción de los Barqueros del Volgota,” enredando al Volga con el Gólgota. Sugiriendo a un grupo de barqueros que pesadamente avanzan hacia un destino inexorable, tal canción trataría un tema serio. Pero las cosas cambian ni bien Les Luthiers se ponen a cantar líneas tales como, por ejemplo,
ñoquis niña extraña
Tamaña expresión, es decir, ñoquis niña extraña en vez de la niña extraña los ñoquis, transgrede juguetonamente la sintaxis española y provee a la canción de un apropiado aire de Europa del este. El elemento eslavo es también celebrado a través de melodía y entonación típicas de tal lugar, y que incluyen un consistente uso de la Ñ. Conviene aquí acotar que la pronunciación de la décima letra del alfabeto cirílico [Й] nada tiene que ver aquella que le es propia a la eñe. No obstante, un sonido muy semejante reaparece en al menos cinco palabras de origen Ucranio: Dniéper, Dnieprodzerjinsk, Dnieprogues, Dniepropetrovsk, Dinéster.

2. Lingüística ñañosa

Ñañoso es un adjetivo porteño que significa “caprichoso” o “antojadizo.” (Porteño es toda persona de Buenos Aires). Ñañoso podría además significar “exageradamente delicado y puntilloso.” Como término, ñañoso no aparece en el Diccionario de la real academia española (ed. 1991). Éste sólo presenta al ñaño centroaméricano calificando a alguien de “consentido” o “mimado en demasía.” De esto podemos deducir que ñaño y ñañoso serían sinónimos. El vocablo porteño habría surgido como resultado de unir ñaño y caprichoso. Puesto en términos más o menos algebráicos:

ñaño + caprichoso =
ñañoso

Ñañoso, por otra parte (feliz, en este caso), ha sido incluido en un librito de Lea Fletcher y Diana Lambrechts, cuyo título es Chamuyo porteño for export: conserve su identidad porteña en inglés (Buenos Aires: Catálogos Editora, 2004, p. 67). De todas estas fuentes consultadas resulta que ñañoso y ñañosa tienen que ver con capricho y ambigüedad, arbitrariedad, fastidio y manipulación. Un ejemplo magistral:
andan por ahí, haciéndose los ñañosos” (Masa confusa, 2000).

No comments: